jueves, 30 de mayo de 2013

TÉ A LA MENTA, EL WHISKY BEREBER

El té con hierbabuena, también llamado té a la menta o té moruno, es una bebida ampliamente consumida en los países del Magreb y particularmente en Marruecos. Su nombre árabe es hāy bi l-na`anā`, aunque en Marruecos se emplea más frecuentemente la voz de origen bereber atāy.



A pesar de su importancia social en el Magreb, donde se ha convertido en la bebida tradicional por excelencia, el té con hierbabuena tiene una historia bastante reciente. Sus orígenes se remontan al siglo XIX, cuando el té llega a Marruecos introducido por los británicos, que buscaban nuevos mercados para este producto, cultivado en su colonia de la India, aunque la leyenda cuenta que el sultán Moulay Ismail (considerado como el hombre más fértil de la historia al engendrar ni más ni menos que 876 hijos varones, las niñas no se cuentan ya que eran estranguladas al nacer) recibió un cargamento de té y azucar como pago a cambio de la liberación de unos rehenes europeos que mantenía en su poder. El producto tuvo buena acogida entre los marroquíes, que lo mezclaron con sus infusiones tradicionales de hierbabuena o absenta y lo incorporaron a su cultura. Hoy Marruecos es el principal importador mundial de té chino y no hay hogar donde no se consuma. Se ha convertido en la bebida nacional y se le conoce como el whisky bereber.



El té marroquí no es otra cosa que una infusión de hojas de té verde con hojas de hierbabuena y bastante azucarada. Se consume a lo largo de todo el día y es la bebida que se ofrece habitualmente al invitado como muestra de hospitalidad. Se le atribuyen virtudes digestivas, tonificantes y diuréticas.

La preparación, y por tanto el sabor, difiere de unas zonas a otras. En general, se usa una tetera de forma particular, pero puede usarse cualquier otra. El té empleado es de tipo gunpowder ("pólvora"), muy reconocible porque sus hojas secas se presentan en forma de pequeñas bolas, del tamaño de un perdigón, que se abren después en contacto con el agua caliente. Dado que el nombre té a la menta puede inducir a confusión, hay que destacar que la hierba empleada es la Mentha spicata (hierbabuena). Debe ser fresca, en ningún caso seca.
Para preparar un buen té, los pasos a seguir son:

  • Escaldar con agua hirviendo el interior de la tetera para quitarle todo sabor metálico.
  • Añadir el té, calculando una cucharadita por persona y una más "para la tetera" (esta proporción es variable según los gustos)
  • Añadir agua hirviendo. Esperar unos segundos, no más de un minuto, y tirar el agua: de esta manera el té se "lava", quitándole el sabor amargo.
  • Volver a añadir agua hirviendo, un manojo de hierbabuena (un buen puñado, no unas hojas) y azúcar al gusto. Tradicionalmente suele estar bastante azucarado, más en las zonas rurales que las urbanas, y más en unas regiones que en otras. El azúcar empleado es blanco, de tipo qaleb, es decir, en bloque, o en su defecto en terrones, aunque puede usarse azúcar suelto. Los servicios tradicionales de té incluyen un pequeño martillo para cortar los trozos del bloque de azúcar.
  • En ocasiones, se pone la tetera al fuego para que dé un hervor. El té es entonces más fuerte y amargo.
  • La mezcla no se remueve con una cuchara, sino escanciando el té en un vaso y volviéndolo a verter en la tetera, varias veces hasta que esté mezclado. Entonces se prueba y se rectifica de ingredientes.
  • Se sirve escanciándolo desde cierta altura, de modo que el vaso presente una ligera corona de espuma. El té así se oxigena, y se potencia su sabor. Se toma muy caliente.
  • En algunos lugares se añaden flores de azahar o piñones.
  • Tradicionalmente se puede sustituir la hierbabuena con absenta, pero es algo ya poco habitual.

Una forma alternativa de prepararlo es no poner la hierbabuena en la tetera sino en el vaso, y echar después el té. En este caso los vasos empleados son más grandes que los vasos habitualmente pequeños que se emplean con las teteras.





La preparación de este té tiene su ceremonial y en Marruecos se ha convertido casi en un arte. El sabor y el aspecto del té van cambiando según se va sirviendo. Los primeros vasos son más amargos y astringentes y en los últimos se aprecia más el azúcar que ha quedado en el fondo de la tetera. Una tradición dice que el té debe servirse tres veces: el primer vaso es "amargo como la vida"; el segundo, "fuerte como el amor" y el último "dulce como la muerte".

Recuerda que si eres tú el que prepara el té debes ser el primero en beberlo para determinar que las proporciones de té, azúcar y hojas de menta son las correctas.
Si estas por Marrakech estos son algunos de los mejores lugares para tomarte un descanso acompañado de un buen té:
Si te hospedas en el Riad La Belle Epoque,  el primer té lo tomarás con nosotros ya que recibimos a todos nuestros huéspedes con un tradicional té a la menta acompañado con pastas. Esta es la manera en la que tradicionalmente se recibe a los invitados en toda casa marroquí. En tu estancia tendrás más oportunidades de desgustar esta deliciosa bebida.







En la plaza te recomendamos el Café de France, el Salón de thé Glaces Maison, Café l'Etoile o Chez Chegrouni: todos ellos con estupendas terrazas con vistas a la plaza de Jemaa el Fna. Cualquiera de ellos son lugar ideal para ver el ajetreo de la plaza mientras se degusta un buen té a la menta



El Cafe desÉpices, situado en la recoleta Place des Épices, es uno de nuestros lugares favoritos para degustar un auténtico té a la menta. Desde su terraza se nos ofrecen unas vistas espectaculares sobre la propia plaza, a la Koutoubia y como telón de fondo, las montañas de Atlas.

El Cafe Arabe, en medio del zoco, tiene una agradable terraza donde disfrutar de un té a la menta o de cualquier cocktail con fabulosas vistas y en un ambiente chill out.



El Salón de té-restaurante Bougainvillier en el interior de un riad es un lugar ideal para tomarse un delicioso té disfrutando de la tranquilidad de su patio.

Tchaba Tea House. La sucursal de esta conocida marca de té,  originaria de los Emiratos Árabes y con una presentación de lujo, tiene más de 50 variedades. Las bolsas están hechas de seda y en su interior contiene las más finas hojas de té, hierbas, frutas y especias.

Si os habéis aficionado al té y queréis comprar, en cualquier tienda encontrareis bajo el título de GunPowder Green Tea o Thé Vert.

Para regalo, sin lugar a dudas el Tchaba Tea Company es el mejor lugar por su presentación, aunque el precio es elevado.

Por toda la ciudad encontrareis juegos de té de las más variadas formas y colores si bien los más típicos son los vasos de cristal tallado y policromado.

Para las teteras, las mejores son las de metal, plata o acero,  y las hay de diferentes tamaños y calidades. Ojito no te den gato por liebre y te coloquen latón. Los precios dependerán entre otras cosas de la capacidad de regateo pero una buena tetera de capacidad media puede salir por unos 20€-30€.

Si no puedes venirte a Marrakech a comprate uno de estos o has venido pero no te cabía en la maleta o se te ha olvidado, no hay problema ya que en la web de la tienda on line de Artesanía Marroquí, puedes encontrar juegos de té además de multitud de otros artículos marroquíes.

O mejor aún participa en el Sorteo en nuestra página de facbook y un estupendo juego de té marroquí puede ser tuyo. Solo tienes que hacrte fan de la página  y contestar a una pregunta muy fácil cuya respuiesta conocerás a estas alturas sin problemas.

Que tengas suerte.

 Que, ¿te animas a tomarte un té  con nosotros?. En Riad La Belle Epoque te estamos esperando.


lunes, 6 de mayo de 2013

EL CERCANO ATLAS: MONTAÑISMO, TREKKING, BTT Y MUCHO MAS


 Muy cerca de Marrakech se alzan imponentes, las montañas del Atlas, un sistema montañoso que recorre, a lo largo de 2400 km, el noroeste de África. Poco explotada, la cordillera del Atlas permite ascender cuatro miles y disfrutar de paisajes de intacta belleza.
Omnipresentes desde la ciudad con su impresionantes paredes nevadas durante parte del año (desde Noviembre a Abril),  estas montañas suponen un aporte esencial de agua para Marrakech y sus alrededores y son un destino imperdible, más aún cuando llegan los calores estivales.
Su pico más alto es el Toubkal, con 4165 metros de altura que es también es el más alto de Marruecos y de todo el Norte de África.  Su relativamente fácil acceso hace que su escalada sea una aventura al alcance de cualquiera con un mínimo de preparación física. Se puede subir durante todo el año si bien en los meses de invierno, cuando se acumula la nieve, la ascensión se vuelve más técnica y es imprescindible el uso de crampones.
La forma de atacar la cumbre es partiendo del pueblo de Imlil (el Chamonix marroquí) , situado a 1.800 metros de altura, al que se llega por carretera desde Marrakech,  en poco más de una hora. Desde Imlil se puede subir a cualquiera de los dos refugios de alta montaña que se encuentran a 3.200 metros de altitud. El camino a los refugios se hace en unas cinco horas. El ascenso desde los refugios a la cima toma unas cuatro horas. Es un ascenso fácil, sin ninguna dificultad técnica aunque la utilización de un guía siempre es recomendable.
Hay cientos de expediciones para subir a esta emblemática montaña y los precios varían mucho dependiendo del nivel de personalización y de la ruta a seguir.
Una excursión de dos jornadas, en la que alcanzaremos la cima del Toubkal, que incluye traslados a Imlil, alojamiento, pensión completa y guía local sale por unos 200€.

                                                                                    
Pero el Atlas es mucho más que el Toubkal.
El macizo cuenta con más de diez cimas que superan los 4.000 metros, más de cien que superan los 3.500 metros y cuatrocientas por encima de los 3.000 metros, por no hablar de un sinfín de senderos y veredas que no son sino caminos vecinales que agricultores y pastores emplean desde hace siglos en sus actividades diarias y que comunican pueblos bereberes en los que el tiempo parece haberse detenido.
Los campos se cultivan en terrazas en las tierras fértiles del fondo de los valles y las casas se cuelgan de las laderas con sus tejados planos donde se acumula y seca la cosecha. La alternancia de paisajes es continua y así tan pronto estamos en un paisaje de roca pelada, como rodeados de cascadas y campos de cultivo mientras que en las alturas siempre encontraremos nieve.
Todo ello hace del Alto Atlas, un lugar ideal para los amantes del montañismo o del ski extremo,  para senderistas, ciclistas o simples paseantes que quieran escapar del bullicio y el calor de Marrakech por unas horas.

Incluso para aquellos amantes de trekkings largos y exigentes, este es el destino a tener en cuenta si quieren organizar una ruta como podrían hacer en Nepal, pero solo a dos horas de casa y por un precio muy inferior. Se pueden hacer rutas con guías y mulas de entre 7 y 9 días con ascensiones incluidas por unos 400€.
Si te llama la atención esto que te contamos y quieres asesorarte.......CONTACTANOS
Ya sabes....en Riad Belle Epoque o enviando un mail a info@riadbelleepoque.com
Ascensión al Toubkal.
Fotos de Abril de 2.011


 

 
El primer ascenso registrado al Toubkal se remonta a 1923, cuando fue coronado por un grupo de franceses aunque muy probablemente hubiera sido escalado antes por locales.

La cordillera del Atlas supera en extensión y altura a los Pirineos. Quizás por ello hasta la década de 1950 no se inició su inspección.

Wilfred Thesiger, considerado como uno de los últimos grandes viajeros,  fue el primero en completar la travesía de la cordillera empleando para ello cinco semanas y dejando como legado una impresionante colección de fotografías sobre la cultura bereber.



   




Ahora que llega el calor es el momento de empezar a pensar en las anheladas vacaciones...Aquí, en el Atlas, buen tiempo asegurado y con noches frescas y a solo 2 horas en avión. Anímate y empieza a preparar tu escapada.