Muy cerca de Marrakech se alzan imponentes, las montañas del Atlas, un sistema montañoso que recorre, a lo largo de 2400 km, el noroeste de África. Poco explotada, la cordillera del Atlas permite ascender cuatro miles y disfrutar de paisajes de intacta belleza.
Omnipresentes desde la ciudad con su impresionantes paredes nevadas durante parte del año (desde Noviembre a Abril), estas montañas suponen un aporte esencial de agua para Marrakech y sus alrededores y son un destino imperdible, más aún cuando llegan los calores estivales.
Su pico más alto es el Toubkal, con 4165 metros de altura que es también es el más alto de Marruecos y de todo el Norte de África. Su relativamente fácil acceso hace que su escalada sea una aventura al alcance de cualquiera con un mínimo de preparación física. Se puede subir durante todo el año si bien en los meses de invierno, cuando se acumula la nieve, la ascensión se vuelve más técnica y es imprescindible el uso de crampones.
La forma de atacar la cumbre es partiendo del pueblo de Imlil (el Chamonix marroquí) , situado a 1.800 metros de altura, al que se llega por carretera desde Marrakech, en poco más de una hora. Desde Imlil se puede subir a cualquiera de los dos refugios de alta montaña que se encuentran a 3.200 metros de altitud. El camino a los refugios se hace en unas cinco horas. El ascenso desde los refugios a la cima toma unas cuatro horas. Es un ascenso fácil, sin ninguna dificultad técnica aunque la utilización de un guía siempre es recomendable.
Hay cientos de expediciones para subir a esta emblemática montaña y los precios varían mucho dependiendo del nivel de personalización y de la ruta a seguir.
Una excursión de dos jornadas, en la que alcanzaremos la cima del Toubkal, que incluye traslados a Imlil, alojamiento, pensión completa y guía local sale por unos 200€.
El macizo cuenta con más de diez cimas que superan los 4.000 metros, más de cien que superan los 3.500 metros y cuatrocientas por encima de los 3.000 metros, por no hablar de un sinfín de senderos y veredas que no son sino caminos vecinales que agricultores y pastores emplean desde hace siglos en sus actividades diarias y que comunican pueblos bereberes en los que el tiempo parece haberse detenido.
Los campos se cultivan en terrazas en las tierras fértiles del fondo de los valles y las casas se cuelgan de las laderas con sus tejados planos donde se acumula y seca la cosecha. La alternancia de paisajes es continua y así tan pronto estamos en un paisaje de roca pelada, como rodeados de cascadas y campos de cultivo mientras que en las alturas siempre encontraremos nieve.
Todo ello hace del Alto Atlas, un lugar ideal para los amantes del montañismo o del ski extremo, para senderistas, ciclistas o simples paseantes que quieran escapar del bullicio y el calor de Marrakech por unas horas.
Incluso para aquellos amantes de trekkings largos y exigentes, este es el destino a tener en cuenta si quieren organizar una ruta como podrían hacer en Nepal, pero solo a dos horas de casa y por un precio muy inferior. Se pueden hacer rutas con guías y mulas de entre 7 y 9 días con ascensiones incluidas por unos 400€.
Ya sabes....en Riad Belle Epoque o enviando un mail a info@riadbelleepoque.com
Ascensión al Toubkal.
Fotos de Abril de 2.011
El primer ascenso registrado al Toubkal se remonta a 1923, cuando fue coronado por un grupo de franceses aunque muy probablemente hubiera sido escalado antes por locales.
La cordillera del Atlas supera en extensión y altura a los Pirineos. Quizás por ello hasta la década de 1950 no se inició su inspección.
Wilfred Thesiger, considerado como uno de los últimos grandes viajeros, fue el primero en completar la travesía de la cordillera empleando para ello cinco semanas y dejando como legado una impresionante colección de fotografías sobre la cultura bereber.
Ahora que llega el calor es el momento de empezar a pensar en las anheladas vacaciones...Aquí, en el Atlas, buen tiempo asegurado y con noches frescas y a solo 2 horas en avión. Anímate y empieza a preparar tu escapada.
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